Informarse en la era digital: Como buscar conocimiento y compartir sabiduría en la era de la IA
Nos encontramos en medio de una revolución digital donde la investigación y el intercambio de información han experimentado una profunda transformación. Este cambio, impulsado en los últimos meses por el auge de la Inteligencia Artificial (IA), ha remodelado la manera como buscamos información y compartimos nuestros conocimientos. La aceleración, la inmediatez y la actualización constante hace que sea cada vez más complejo encontrar información veraz y rigorosa. ¿Cómo sobrevivir en este ecosistema cambiante? Es imprescindible la alfabetización digital y el espíritu crítico para hacerlo con eficacia.
La búsqueda del conocimiento
En la era de la información instantánea en Internet, la búsqueda de datos rigurosos y eficientes es una habilidad esencial. Para empezar, es crucial definir claramente el objetivo de la búsqueda y formular preguntas específicas. ¿Qué información necesitamos? ¿Qué estamos buscando? Definir y parametrizar la pregunta nos ayuda a evitar la sobreabundancia de información irrelevante para centrarnos en eso que realmente necesitamos. Hacerse las preguntas adecuadas es tener la mitad de la respuesta.
Una vez que hayamos definido la pregunta, es fundamental aprender a evaluar la credibilidad de las fuentes en línea. Se debe verificar la reputación y la autoridad de la fuente, sea un sitio web, un contenido audiovisual u otra tipología de formato. También hace es necesario validar la fecha de la información, se puede determinar si la fuente es fiable y actualizada. Otro sistema básico es la triangulación de datos, es decir, la comparación de información de múltiples fuentes fiables, también es una estrategia sólida para garantizar la precisión y objetividad en la búsqueda de información en la red.
La Wikipedia es una buena puerta de entrada en el conocimiento, pero nunca debe ser el siguiente sitio a visitar. Es un sitio de descubrimiento: La información que hay no deja de ser un resumen de otros conocimientos ya publicados, debidamente referenciada. Validar la bibliografía, revisar las fuentes, contrastar diferentes versiones idiomáticas del proyecto, puede ser una buena idea para hacerse una primera idea general de un tema concreto.
Por otro lado, los motores de búsqueda impulsados por IA, como ahora Google o Bing, utilizan algoritmos complejos para ofrecer resultados precisos y relevantes. Los modelos de aprendizaje automático, ejemplificados por GPT-4, pueden ayudar a crear contenido, responder preguntas complejas e incluso romper las barreras del idioma. Sin embargo, es esencial recordar que la IA es una herramienta, un canal. Los textos generados por GPT u otras herramientas generativas no tienen garantía ni validez. Pueden servir como esqueleto para ayudar a una posible búsqueda, o para estructurar un texto, pero no dejan de ser un borrador.
Igual que con las traducciones automáticas, con estas herramientas pasamos de ser redactores a ser correctores. GPT genera un texto a partir de una orden o una petición nuestra, y nosotros tenemos el deber de validar la información que se nos da. Pero para ser correctores hace falta conocer bien las reglas y los contenidos. Validar y verificar información generada por un GPT-3 es en sí mismos una tarea de alfabetización digital muy recomendable: El acceso a un conjunto inmenso de información puede parecer fácil, pero la tarea de destilar, seleccionar, jerarquizar y descartar información lleva tiempo. Se debe recordar hacer siempre referencia cruzada a la información de múltiples fuentes fiables. I no tenemos que tener miedo a la complejidad. Vivimos en un mundo muy complejo. Hace falta desconfiar de explicaciones simplistas y fomentar el espíritu crítico.
Cambio de ciclo
Los hábitos en evolución de las generaciones más jóvenes han alterado el panorama de la adquisición de conocimientos o su dieta informativa. Plataformas como TikTok e Instagram, con su preferencia por el contenido audiovisual, han remodelado su manera de consumir información. Aun así, estas plataformas proporcionan información rápida y atractiva, es posible que no siempre proporcionen la profundidad del conocimiento que se encuentra a las fuentes tradicionales basadas en texto. Pueden utilizarse como a punto de partida, igual que la Wikipedia, pero hace falta buscar más fuentes.
Compartir la riqueza del conocimiento
La era de Internet ha democratizado el intercambio de conocimientos. Plataformas como la Wikipedia se basan en las contribuciones de usuarios como tú. TikTok también. Pero se debe ser consciente de la responsabilidad que conlleva. La Wikipedia funciona como un sistema de revisión de contenidos entre los miembros de la comunidad. TikTok, en cambio, no dispone de estos sistemas de verificación distribuida. Por eso hace falta ser consciente cuando se busca, se consume y se comparte información, hacerlo de manera responsable, con precisión, revisando las referencias y siempre manteniendo el espíritu crítico.
En conclusión, la era digital ha inaugurado una nueva era de descubierta e intercambio. Mientras aprendemos a gestionar este ecosistema, tenemos que utilizar en los mismos criterios que aportan el método científico: Equilibrar las fuentes, verificar el hallazgo, cuestionarlo todo y compartir el conocimiento con responsabilidad e integridad. Hagámoslo.