Protégete contra la desinformación climática

El cambio climático es uno de los desafíos más apremiantes y exigentes que enfrenta el planeta. A pesar del consenso científico sobre su existencia y sus consecuencias, todavía hay quienes lo niegan, para que no se haga nada al respecto. La desinformación sobre cambio climático se está moviendo desde el negacionismo -teoría que niega su existencia- al retardismo -más sutil, que discute la necesidad de tomar medidas urgentes y de calado-. ¿Cuáles son las principales tendencias de la desinformación climática? ¿Cómo protegernos? ¿Cómo debemos actuar?

Publicado por Learn to Check | Marc Esteve del Valle | 10.09.2023

Según los informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), desde finales del siglo XIX, la temperatura global promedio ha aumentado 1.1°C, lo cual se atribuye en gran medida a las emisiones de gases de efecto invernadero, principalmente dióxido de carbono y metano, producidas por humanos (IPCC, 2023). El IPCC también alerta de que las emisiones de gases de efecto invernadero deben llegar a su punto máximo antes de 2025, a más tardar, y deben haber disminuido en un 43% antes de 2030 si deseamos contener el cambio climático a 1,5°C y evitar así una situación catastrófica.

A pesar del consenso científico de la existencia del cambio climático, de la evidencia empírica que está ligado a la actividad humana en el planeta (quema de combustibles fósiles, deforestación, expansión de la agricultura, industrialización, transportes, etc.), y del conocimiento de sus efectos (acidificación y contaminación del agua, devastadores fenómenos meteorológicos —ej. sequías extremas  o inundaciones—y muerte, migración y extinción de distintas especias), todavía hay quienes intentan que no se haga nada al respecto. Éstos, con el propósito de persuadir a la sociedad de que no se requiere tomar medidas, emplean normalmente dos enfoques argumentativos: bien afirman que el calentamiento global no está ocurriendo o no es un problema real (<negacionismo>), o sostienen que las propuestas para abordar la situación son ineficaces e incluso perjudiciales (<retardismo>).

Del negacionismo al retardismo

Varios académicos han estudiado las actuales narrativas contra la acción climática y las que están empezando a quedar obsoletas y concluido que la principal tendencia es pasar del negacionismo al retardismo.

Es en este contexto de retardismo en el que se enmarca la actual desinformación climática en las redes sociales.  Dichas redes presentan tanto oportunidades como riesgos para crear un entorno de información sano en torno al cambio climático. Por ejemplo, a través de las redes, la información científica relacionada con el cambio climático se hace extensible a más población (ej. en España, alrededor de un 50%  de la población consume noticias, también relativas al cambio climático, vía redes sociales) y las experiencias de distintos grupos afectados por el cambio climático se hacen más visibles (ej. la multitud de imágenes sobre pantanos casi vacíos que han inundado las redes sociales durante la presente sequía). Las redes también facilitan que los activistas climáticos se unan y fomenten conversaciones sobre el cambio climático que pueden incluso llegar a estimular acciones políticas de gran impacto (ej. el uso de las redes sociales por parte del FridaysForFuture para organizar protestas políticas contra la inacción de los gobiernos frente el cambio climático).

Por otro lado, las redes sociales, debido a sus particularidades—la creación del contenido por parte de los usuarios, el papel que desempeñan los algoritmos en la movilización de los contenidos, y la publicidad a la que están expuestos los usuarios—, pueden socavar significativamente la información científica sobre el cambio climático y contribuir a la rápida y amplia difusión de desinformación climática. Grupos y activistas medioambientales como la Climate Action Disinformation Coalition —una coalición mundial de más de 50 organizaciones líderes en temas de cambio climático y lucha contra la desinformación— y movimientos como Stop Funding Heat—un grupo de personas preocupadas por la forma en que los periódicos, webs de notícias y redes sociales difunden fácilmente mentiras sobre el cambio climático en busca de ventas, clics o intereses particulares— documentan periódicamente cómo las redes son usadas para propagar desinformación climática.

¿Cuáles son las principales estrategias de desinformación climática en las redes?

Las estratégicas de desinformación climática son variadas y en constante evolución. No obstante, entre estas, destacan las siguientes:

  1. La sofisticación discursiva: tal y como hemos apuntado, las tácticas de desinformación han evolucionado del negacionismo a discursos más sutiles destinados a impedir cualquier respuesta significativa al cambio climático (ej. el retardismo).
  2. El uso de la publicidad: un informe publicado por Influence Map sobre la publicidad de las grandes compañías petroleras en Facebook mostró que 25 grupos de petróleo colocaron, en el año 2020, más de 25,000 anuncios en Facebook, gastando casi 10 millones de dólares. En este sentido, en Enero de 2022, más de 450 científicos climáticos pidieron a los ejecutivos de las principales agencias de publicidad y relaciones públicas que abandonasen a sus clientes de combustibles fósiles y detuviesen los anuncios que propagan la desinformación climática.
  3. La interseccionalidad: a menudo, los actores que difunden desinformación climática también están implicados en la difusión de otros tipos de desinformación. Este es el caso, por ejemplo, de los actores que difunden teorías conspirativas antivacunas, anticlimáticas, y de un supuesto nuevo orden mundial.

¿Qué puedes hacer para protegerte frente la desinformación climática?

Tal y como hemos observado, las redes sociales son uno de los principales transmisores de la desinformación climática. No obstante, esto no quiere decir que tengamos que dejar de utilizarlas, antes al contrario, debemos comprender mejor cómo funcionan e incrementar nuestra alfabetización digital para no consumir ni difundir desinformación climática.

Para verificar si una información climática es correcta o, por el contrario, es errónea o falsa, te recomendamos utilizar el método PANTERA de Learn to Check.

Además, también te compartimos algunos de los consejos propuestos por la organización Carbono Neutral:

  • Verifica la vigencia de la información: uno de los métodos más empleados para propagar desinformación climática es compartir noticias que ya no son actuales. Esto es evidente en situaciones donde se presenta como «reciente» algún evento climático catastrófico que ocurrió hace años. Por lo tanto, resulta muy recomendable revisar las fechas de publicación de los contenidos y corroborar si se está informando, o no, en los medios de comunicación sobre dicho tema.
  • Lee todo el contenido de la publicación: este es un aspecto fundamental. Una parte significativa del impacto ocasionado por las noticias falsas radica en que los usuarios de las redes sociales no leen íntegramente el contenido que comparten. Así pues, antes de difundir una noticia o cualquier dato que encuentres en línea, es crucial cuestionarte si has revisado todo el contenido o si únicamente estás compartiendo el titular.

Finalmente, desde European Climate Pact, comparten algunas sugerencias para conversar sobre el cambio climático, como, por ejemplo:

  • Experiencia humana. Si has vivido inundaciones, olas de calor, sequías o incendios últimamente, habla sobre ello. Debemos recordar que este tipo de acontecimientos serán cada vez más frecuentes y tienen consecuencias para las personas.
  • Día a día. Puedes aportar ejemplos de pequeñas cosas, prácticas, que todos podemos hacer en nuestro día a día en relación a la emergencia climática.

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